jueves, 18 de noviembre de 2010

historia afrocolombiana

HISTORIA

Durante casi dos siglos, la historia que se enseñó en las instituciones educativas desconocía por completo los aportes y los logros de los afrocolombianos. En los textos de enseñanza sólo se decía que venían de África como esclavos y que hoy en día habitaban las zonas más pobres del país. Sin embargo, la historia del pueblo afrocolombiano es tan larga y compleja como la de su propio país. Desde las primeras rebeliones, su colaboración (y resistencia) a la causa libertadora, el esfuerzo por crear el Departamento del Chocó como entidad autónoma, hasta el establecimiento de la Cátedra Afrocolombiana y el reconocimiento del Palenque de San Basilio como Patrimonio de la humanidad, sus logros y sus luchas han sido tan continuas como invisibilizadas.

Llegada del Negro al Chocó
La esclavitud no era algo nuevo para los fundadores españoles. Desde hacia muchos años en Europa existía la esclavitud, así que los españoles estaban acostumbrados a este sistema de comprar y vender seres humanos. Sin embargo solo después de 1600 los esclavos empezaron a ser importados en gran escala. Entre los primeros pedidos de esclavos, tal vez el primero en el Chocó, se encuentra una carta de Novita escrita en 1590

La trata de esclavos africanos

A fines de s. XVI se inició la trata de esclavos africanos; se le permitió en el territorio de la corona española para suplir la mano de obra indígena en claro declive demográfico. La esclavitud existía en África desde el principio de su historia y a nivel local, pero adquirió la dimensión de comercio transnacional con la llegada de los europeos. Los colonizadores hacían acuerdos verbales con los jefes zonales, e intercambiaban mercancías por esclavos, en especial personas procedentes de la costa centro occidental africana. Una generación completa de pobladores locales fueron forzados a hacinarse en sitios oscuros y malsanos mientras llegaban los comerciantes. Después se les apiñaba en barcos de varias cubiertas, hombro con hombro, sin un lugar donde hacer adecuadamente sus necesidades fisiológicas, y encadenados en todo momento y sin excepción, incluso si se producía el hundimiento del barco negrero. Muchos mataron a sus hijos, ayunaron hasta morir o se lanzaron al mar antes de permanecer en esa situación. Cerca de la ciudad de Cartagena el destino principal de los esclavos en América, el negrero los lavaba y alimentaba mejor para obtener mejores ganancias. Al desembarcar se les llevaba al mercado donde se les exponía al público y se ponía en evidencia su nueva condición de mercancía. De Cartagena de Indias partieron entre 150 mil y 120 mil africanos esclavos hacia lo que hoy es Venezuela, Colombia, Ecuador, Panamá y Perú. Una vez en tierra, las familias eran separadas sin ningún miramiento, se procuraba que no quedaran dos o más individuos de una misma etnia, tribu o de la misma lengua en un mismo lugar, y se les prohibía ejercer sus más simples manifestaciones culturales. Los africanos esclavos traídos a Colombia entre 1553 y 1580 que provenían de la costa de Guinea, y fueron llamados guineas o mandingas. Entre 1580 y 1640 fueron gentes bantú llamados congos, luangos o angolas; y desde mediados del siglo XVII se dio la entrada de los ewe-fon del otrora reino Dahomey conocidos como ararás o jojóes. Durante el siglo XVIII fueron traídos mayormente akanios y ashantis de Ghana, a quienes denominaban minas, y yorubas de Nigeria a quienes se les llamó carabalíes, lucumíes o chalaes.